La Sala Jardiel Poncela del Fernán Gómez. CC de la Villa abre temporada con una obra en “construcción” y con la reposición de 'Tea Rooms'
La Sala Jardiel Poncela del Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, levanta el telón el próximo 6 de octubre con Proyecto Brújula II: Título por definir y con la reposición de la obra Tea Rooms, a partir del 20 de octubre.
Laila Ripoll, directora artística del centro, ha presentado esta mañana estos dos montajes con los que el teatro comienza su temporada 2022-23, y lo ha hecho acompañada por Carolina Calema, autora y directora de Proyecto Brújula, y por el elenco de ambas obras. El teatro que ha permanecido cerrado durante los meses de verano por obras de mejora en sus instalaciones abrirá el próximo 6 de octubre una temporada que contiene música, danza, teatro, exposiciones, actividades y mucho más.
Proyecto Brújula II: Título por definir es un modelo de producción que tiene como antecedente la primera versión realizada en Buenos Aires en 2016. Esta coproducción hispano-ecuatoriana, que cuenta con el apoyo de Iberescena, es un proceso creativo de investigación que tiene como premisa arrancar con el espacio escénico definido y no con el texto. Por ello, su título Contratiempo, así como su texto, aparecen a lo largo del proceso creativo. Tras las obras de mejora en sus instalaciones, realizadas durante los meses de verano, el teatro comenzará temporada el próximo 6 de octubre con este proyecto que estará hasta el 9 en cuatro únicas funciones.
Aunque este proyecto se inspira en el proceso y la producción artística del Proyecto Brújula I, hay que aclarar que no será una copia y que podremos ver algunas novedades que harán que el proceso sea diferente. En esta ocasión no habrá un dramaturgo que se encargue del texto exclusivamente. En Proyecto Brújula II, será Carolina Calema, directora escénica y autora del texto, quien irá creando y quien se enriquecerá del proceso de los ensayos para desarrollar su trabajo de una forma potente y orgánica, donde todo el equipo artístico está integrado. De esta forma, se le puede atribuir más riqueza al texto, ya que, al concentrarse las dos funciones en una persona, se pueden impregnar la una de la otra, es decir, no habrá transmisión de dirección a dramaturgia, y que ésta última capte lo que la primera quiere transmitir.
El tema de la propuesta de esta pieza es la realidad virtual y la realidad tangible. Navegaremos por ambos espacios donde, a través de la búsqueda de la identidad, los tres intérpretes, Mario Suárez, Fernando Barrio y Jorge Parra, bucearán para encontrar cuál es la que ellos eligen.
La composición escénica resultante va a gozar de gran riqueza por el papel privilegiado que se le dará a la iluminación. Este elemento se ha convertido en un “personaje” más de la composición escénica, acompaña y aporta a la obra. Otra característica importante de este proyecto, según su autora y directora: “Con Gustavo Brito, el escenógrafo, definimos qué espacio tendremos para empezar a escribir. Tejemos ese universo antes que la palabra. A pesar de hacerlo con anterioridad, no lo trabajamos de manera separada. Es decir, la pieza empieza con el espacio que pensamos en base a la lluvia de ideas realizada en equipo, más infinitas conversaciones, videollamadas, muchos encuentros y reflexiones, ya que mi intención es que el espacio nos interpele, nos narre”.
Tea Rooms regresa a esta sala y lo hace tras el éxito obtenido durante la pasada temporada durante la cual se agotaron las localidades desde el primer día de función. La obra, que se podrá ver durante tres únicas semanas en este espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, continuará después gira por distintas ciudades de España. Esta obra escrita por Luisa Carnés volverá a contar con la interpretación de Paula Iwasaki, María Álvarez, Elisabet Altube, Clara Cabrera, Silvia de Pé y Carolina Rubio, quienes volverán a dar vida a esas mujeres empleadas en un distinguido salón de té cercano a la Puerta del Sol, mostrándonos sus alegrías, tristezas y problemas del día a día. Laila Ripoll versiona y dirige este montaje producción propia del teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa. Mariano Marín, música original, Almudena R. Huertas, vestuario, escenografía de Arturo Martín Burgos y videoescena de Emilio Valenzuela completan el elenco artístico de Tea Rooms.
Laila Ripoll, directora artística del teatro, habla así sobre la obra: “Tea Rooms supone un descubrimiento, el hallazgo de una autora y una obra singular, comprometida y profunda. Luisa Carnés, considerada “la más importante narradora de la generación del 27” traza en esta novela un relato construido a partir de unos personajes claramente definidos, tratados con humanidad y comprensión. Por todo ello la adaptación al teatro ha sido natural, ya que la historia se entreteje a partir de las conversaciones, los anhelos y los sueños de estas muchachas que poseen caracteres y personalidades magistralmente retratadas.
El montaje se desarrolla en la trastienda de un famoso salón de té de Madrid, con la intención de que el ambiente invada todo el espacio y rodee al espectador, sumergiéndole por completo en la atmósfera del salón. La juventud, la alegría, la energía de los personajes contrasta, a veces, con sus tristezas, con la desgracia imprevista, con los sueños por cumplir y también con los que no se cumplirán nunca. En definitiva, un texto que conserva una vigencia absoluta y en donde nos podemos ver reflejados”.
La obra
Cuenta la historia de varias mujeres, empleadas de un distinguido salón de té cercano a la Puerta del Sol. Son Antonia, la más veterana; Matilde, alter ego de la autora; Marta, la más joven, a la que la miseria ha vuelto valiente y decidida; Laurita, la protegida del dueño, frívola y despreocupada; Teresa, la encargada, el perro fiel, siempre defendiendo a la empresa… Son mujeres acostumbradas a obedecer y a callar, acostumbradas a estirar un jornal que no da ni para comprar un billete de tranvía. Son mujeres que sufren, que sueñan, que luchan, que aman… Y Madrid siempre de fondo, un Madrid convulso y hostil, enorme y vivo.
Sobre Luisa Carnés
Luisa Carnés se consagró como la gran novelista de la generación del 27 con Tea Rooms, calificada por la crítica como “portentosa”, esta novela-reportaje basada en experiencias reales, rompe esquemas narrativos de la época. Una novela esencial para acercarse a la realidad de las mujeres españolas de comienzos del siglo XX. Su autora nace en Madrid en 1905, en el seno de una familia humilde y numerosa. A los 11 años tuvo que abandonar la escuela para entrar a trabajar en un taller de sombrerería. Comenzó a escribir muy joven. En 1928 publica su primera obra, Peregrinos de calvario, una colección de narraciones breves, a la que seguiría su primera novela Natacha, ambientada en un taller textil similar al que ella conocía. Poco después, entró a trabajar como camarera de un salón de té y de esa experiencia saldría Tea Rooms (1934), que fue recibida con entusiasmo por la crítica de la época. Tras finalizar la guerra civil, Luisa Carnés tuvo que exiliarse a México donde siguió escribiendo y trabajando como periodista. Falleció en 1964 víctima de un accidente de automóvil. Luisa Carnés también ligó su vida al mundo del periodismo con trabajos que aparecieron en Ondas (1929), La Voz (1930) o Nuevo Mundo (1933).